Un tachón más.

Querida carta a esa amistad, como siempre volvió a pasar. 
Te abrí mi corazón y mi vida e incluso te dejé entrar en mis sueños y pesadillas. Sin embargo, como siempre me clavé el puñal yo sola. Maldita insensata, pensé que esta vez sería diferente.
¿Cómo pudiste hacerme esto? Cómo pudiste tirarme sin ninguna palabra, desaparecer sin más.
Desapareciste dejando todo lo que nos rodeaba sin color, sin vida, lleno de odio. Por lo que odio solo siento cada vez que oigo tu nombre.
Ya solo me queda despedirme de ti, decirte adiós y borrarte de mi vida como un tachón más. Pues eso es lo que eres, un tachón debido a un error.

Carta a una amistad

Hace bastante tiempo me encerraba en la habitación y soñaba con un mundo diferente, con gente diferente. Lo hacía cada noche esperando a que algún día se cumpliese y quién me iba a decir que ese día llegaría; quién me iba a decir que iba a aparecer en mi pequeña vida una persona tan grande y buena como tú. 
Probablemente pequeño jungla no sepas lo que eres para mi o lo que significas en mi vida. Yo nunca he creído en la amistad y nunca lo haré pero entre tú y yo, lo nuestro no es solo una amistad. Eres un gran apoyo y aunque no te lo diga mucho(más bien nunca te lo digo)eres muy especial para mi.
Cuando te conocí supe que ibas a ser especial, no eras como el resto de personas y cuando nos vimos  lo confirmé. Aunque pienses que no te miraba, que solo miraba al suelo o intentaba esconderme, siempre te miraba de refilón, estudiando cada una de tus acciones para encontrar algún fallo y por mucho que lo odie nunca pude sacarte nada malo. Bueno una cosa sí, lo siento pero corres mucho, cada vez que me subía a tu coche temía por mi vida aunque te perdonaba por las risas y los buenos momentos. Y espero que aun haya más buenos momentos y más cumpleaños. Quiero ir a tu casa ya independizado, con tus 50 años y yo...¿unos 41? pero vamos que yo tendré aspecto de jovenzuela y tú... pues de viejo como siempre. 
Por mucho que pase el tiempo yo espero ser tu amiga,tu caramelito, la mejor de todas porque por una vez he encontrado a alguien que merece la pena en este mundo de locos (aunque los locos probablemente seamos nosotros) y no quiero apartarme de ella.
Este verano brindaremos juntos por nuestro cumpleaños, nuestra amistad y sobre todo por nuestra kawaiidad. Chin chin pequeño jungla. En este día tu pequeña support te desea lo mejor del mundo entero, lo único que te mereces. Que nadie arruine tus días ni tus sueños pero si alguna vez pasa ya sabes que aquí tienes un pequeño hombro para llorar.

                   
                                                 Felicidades 


Pd: Sientete orgulloso te metí en mi pequeño mundo, no todos tienen el privilegio de hacerlo.

Atte: Emily.



Suelen decir que los amigos de verdad cuesta encontrarlos, están escondidos bajo piedrecitas pero
supongo que puedo decir que lo bueno de mi vida son mis amigos y entre ellos te encuentras tú.
La verdad, pensaba que íbamos a acabar el curso sin apenas conocernos y me hubiera arrepentido. Gracias a ti he descubierto lo que es estar 24 horas con una sonrisa en la cara, siempre estás ahí para lo bueno y lo malo, para cuando te pido ayuda y lo haces (aunque no te apetezca) , para cuando simplemente necesito una pequeña sonrisa y alegrar mi día; ahí estas tú con tus chistes o tus historias de Leroy Merlin. Me encanta cuando pasamos un buen rato todos, con nuestros juegos, o nuestras quedadas en el bar después de trabajar. Sabes que estoy aquí para todos esos problemas que te preocupan, al igual que cuando yo te cuento los míos y tú me ayudas a resolverlos.
De verdad, eres una de las pocas personas que merece la pena mantener una amistad para toda la vida y espero celebrar todos los cumpleaños posibles, espero que todo siga como ahora.
Gracias por todo lo que has hecho por mi, por todos. Te deseo la mayor felicidad del mundo y que todo te vaya muy bien o si no ya me encargaré yo de que te vaya bien.

Feliz cumpleaños.

Finales felices.

A veces me paro a pensar en las cosas que dijimos la primera vez que nos conocimos, la primera vez nos enamoramos. Ahora veo lo que nos decimos y es más lo que no decimos que lo que nos decimos; parece tan irreal. Sin embargo, nunca te podría llegar a decir que no confío en ti. 
Siendo sincera, una parte de mi te odia tanto que hace que se produzca una batalla de sentimientos en mi interior y no sé como ponerle fin. Un fin que probablemente ponga en nuestra historia.

Un día me enseñaste a no llorar, a levantarme cada vez que me cayese, a buscar el camino cuando estuviese perdida. Pero ahora no sé dónde está ese camino, no sé dónde estás tú.

Algún día llegará.

Nunca sé cómo empezar a contar lo que siento, con qué palabra debo de iniciar la conversación o cómo debo mirarte y comportarme.

Tengo miles de borradores porque no encuentro las palabras perfectas para expresarme, no me viene ni un solo recuerdo, ni un pequeño fragmento de lo que fuimos. Probablemente, esto significa que ya he pasado página, que ya puedo reconocer perfectamente que te perdí y que no nos volveremos a encontrar.
Han pasado bastantes años desde que nos conocimos, cada uno tomó caminos diferentes y la fuerte amistad que teníamos se fue rompiendo poco a poco y aunque prometimos volver a vernos no soy capaz de llamarte por el miedo de verte de nuevo. Miedo de pensar en todo lo que llegamos a ser y ahora no ser nada.
Espero que algún día me arme de valor y retomemos nuestra estrecha amistad pero mientras tanto es mejor pensar que nunca nos volveremos a ver.

No me olvidé de ti, de nosotros.

''Bajo este cielo infinito, dime... ¿Dónde estás ahora? ¿A dónde fuiste? ¿Cuándo fue la última vez que pensastes en mi? ¿A quién amas ahora? ''

Me encuentro caminando sin rumbo por la avenida, la luz se va apagando y con ella mis esperanzas para verte. Todos los días me reuno en el lugar donde nos conocimos ¿Es normal que te eche tanto de menos? Tu ausencia se nota cada minuto que pasa y hace dos años que te fuistes.
Dime... ¿eres feliz?
¿Recuerdas nuestro último encuentro? En esta fecha compro una rosa y la tiro al charco... es estúpido y me siento estúpido al hacerlo. Sé que me dejastes atrás pero yo no soy capaz de hacerlo ¿cómo una cosa que parece ser tan fácil cuesta tanto?
Cada vez que salgo te busco entre la multitud, esperando a que aparezcas y me mires diciendo que todo acabó, que lo dejaste todo solo por mi. Sé que es un pensamiento egoista pero no lo puedo evitar, no puedo evitar pensar en ti. Si hubiera pensado antes de haber movido las fichas, probablemente esto hubiera sido al revés; tú serías mia y él nunca habría aparecido.

Sé que ya no hay vuelta atrás, solo queda torturarme y pensar en los ''recuerdos felices''. Probablemente alguno de nuestros caminos se crucen, alguna vez en nuestras cortas vidas nos volveremos a ver... Si eso pasa, prometo estar hasta entonces manteniendote en un rincón de mi corazón.

Susurros verdaderos.

La novela de ficción que susurraban sus labios no me dejaban pensar. Mis ojos tenían toda su atención aunque mi mente estaba en otro lugar... Notaba como poco a poco esos susurros iban disminuyendo y mis ojos se iban cerrando, me estaba balanceando en las nubes.
Cuando me quise dar cuenta, estaba volando por encima de las nubes, era un pájaro más. Mis ansias por dejar de tocar el suelo que tenía bajo mis pies iban aumentando. ¿Será otro sueño?
Hacía rato que la había dejado de oír, por un momento echaba de menos sus susurros... quería que me susurraran aun más.
Yo seguía volando por el cielo, siempre en línea recta... tenía miedo de dar una vuelta y desplomarme al suelo, aunque ese miedo se iba escondiedo tras una sensación de placer. La sensación de sueño volvía a surgir y cerré los ojos...
Caía al vacío y volvía ante ella. Seguía susurrando su novela, su mirada no se dirigía a mi, tenía mejor entretenimiento que yo. ''Se dejó caer, la sensación era magnifica... volvía a vivir, no era un sueño.''  Sus palabras entraban en mi cabeza, yo me imaginaba la situación mientras ella seguía leyendo.
Cerré los ojos y volví a volar, volé bien alto. No tenía miedo, escuchaba sus suaves palabras al fondo. ¿El aire lo susurraba? Era otro pájaro más, mis alas sincronizadas me hacían elevar y aumentar la velocidad. Era magnifico incluso cuando me di cuenta que estaba cayendo; no tenía miedo... La sensación era... ¿verdad?