sábado, 19 de mayo de 2012

12.# Me acordé de ti.


‘’Tu vida deja de depender de una persona cuando te das cuenta de que no necesitas a nadie para ser feliz.’’

Sentía cada uno de sus latidos cerca de mí. Sentía como su suave mano se desplazaba por mi cintura, rodeándomela. Como su respiración chocaba contra la mía. Como sus labios me besaban.
‘’No está bien. Para Emily. ¡Para!’’ Oía en su mente pero pasaba de ella. Pepito Grillo podrá esperar.
La tentación pudo con ella cuando llegaron al lago, donde se prometieron ese siempre. Recuerdos llegaron a sus mentes, recuerdos felices. Se montaron en una de las barcas ‘’como en los viejos tiempos’’ y ahí comenzó todo. Cada sonrisa, cada lágrima, cada beso. Uno por uno, sin fin. Estaba mal, lo sabía, pero ¿qué iba a hacer? No aguantaba más, le había echado de menos todo este tiempo. Había extrañado su sonrisa, su risa, sus ojos. Todo.
-Dime algo.- Le dijo Simón apartándose de ella unos centímetros. Emily le miró sonriendo pero en cambio él estaba serio.
- ¿El qué?
- ¿Te acordaste de mi todo este tiempo o intentaste olvidarme?- La soltó la mano que tenía agarrada y la miró a los ojos. 
Sus ojos se miraron. Estaban frente a frente, escuchando los gritos de los niños que jugaban en la orilla y el sonido de los patos nadando a su alrededor.
-Simón…- Susurró Emily apartando la mirada. ¿Qué hacía? ¿Se lo decía o no? ¿Le decía que ha estado todo este tiempo con Mickel su ‘’contrincante’’, con el que le engañó cuando se fue? Sería doloroso. Demasiado.
El silencio les inundó por un instante. Emily cogió aire y le agarró de la mano, volviéndolo a mirar.
-Simón… Me acordé de ti en cada segundo de mi vida. En cada sonrisa que veía, en cada cámara, en cada foto. Me acordé de ti. Nunca te llegué a olvidar. Nunca.- Paró un momento para coger aire y prosiguió ante la atenta mirada de Simón.-Tú te fuiste, dejándome sola, y apareció aquella chica..
-Pero Emily… - le interrumpió Simón desesperado pero antes de que dijera nada Emily le tapó la boca con su dedo índice.
-Shh...Simón da igual… Pasaron los años, crecí, creciste. Mi vida cambió y yo con ella pero aunque no quería tu seguías ahí. Donde te correspondía, en mi corazón, y lo sigues estando. Y creo que siempre lo estarás. –Simón la agarró un poco más fuerte la mano mirándola. ¿Por qué la perdió? ¿Por qué? Eran tan felices, tan jóvenes. No sabía que decir. Él también la echó de menos. Demasiado.
- Emily lo que pasó años atrás... fue un error, no te quería perder. Nunca te quise perder. Eras mi vida. Por eso quiero volver a verte, no quiero que esto termine solo aquí-Emily le miraba, sonriendo tristemente. Sabía que algo malo pronto iba a pasar. Le quería. Les quería. 
-  Por eso dame tu número de móvil. Por favor.- Emily afirmó con la cabeza y cogió el bolso para buscarlo. 
‘’ 7 llamadas perdidas. Mickel’’ Su expresión cambió por completo. Aterrizó al mundo real. Miró al frente, luego al móvil y se dio cuenta que tarde o temprano deberá tomar la mayor decisión de su vida. En donde saldrán heridos corazones que años atrás fueron rotos por la misma razón. 


Querido anónimo.

Hola, volví. De nuevo.
¿Dónde estás? Te extraño y eso que acabo de hablar contigo. No lo entiendo. Creo que te necesito en cada segundo de mi vida. Exacto, creo. No estoy segura, creo que algo más... ¿ Tú me necesitas? Espero que me necesites como yo te necesito a ti,es decir, siempre.
¿Te puedo contar algo? Hoy soñé contigo.Nada nuevo,todas las noches apareces pero esta vez fue diferente: Te llamé por teléfono como cada noche, reíamos, me hacías de rabiar y yo me molestaba. Nada nuevo. Pero al colgar bajé por las escaleras hasta la puerta.La abrí y a lo lejos de la calle estabas tú. Extraño. Mi mente reaccionó sola, sin pensarlo.Corrí hacia ti como nunca antes había corrido. Me tire a tus brazos y sin pensármelo te besé. Lo raro es que lo notaba. Notaba la calidez de tus labios en los míos. Notaba tu presencia.Me abrazaste fuerte, bien fuerte, pegando nuestros cuerpos, sin dejar distancia de por medio. Lo notaba.Sentía que alguien me abrazaba. Jodido sueño. No quería despertar, por fin te tenía.Por fin estaba a tu lado, por fin te pude abrazar, por fin nos pudimos besar.Era tan real. Eras tú, tan perfecto como siempre, con tu sonrisa siempre en la cara, con tu suave voz. Jodido sueño.Una luz se encendió en mi habitación.Desperté. Abrí los ojos. No estabas tú ni tu sonrisa. Te buscaba por mi cuarto y nada. Estúpida. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Jodido sueño. Quería dormir otra vez, quería volver a tocarte, volver a sentirte pero lo sueños se viven solo una vez.
Toda la mañana con ese sueño en la cabeza, con la misma imagen, yo corriendo hacia ti, donde nuestros labios se juntaron. Supongo que mi cuerpo te necesita tanto que hace que mi mente sueñe ese tipo de cosas para... No sé, para rellenar tu ausencia entre mis brazos.Sé que esta ausencia pronto acabará. Pronto eso ocurrirá. No de la misma manera que en mi sueño. Ya que a la hora de la verdad la timidez puede con lo que uno desea.Comerte a besos.Si, eso mismo. Comerte a besos. Haré que mi timidez desaparezca. Aprovecharé cada segundo a tu lado, porque necesito cada segundo para rellenar la ausencia que tengo.
Debería estar estudiando y mírame... aquí, escribiendo esto para que lo leas, supongo que lo estarás leyendo.No sé. A lo mejor ni lo lees, porque soy tan cobarde de ni enseñártelo.Tonta.
Estoy escuchando la canción que me cantaste por teléfono.Me encanta tu voz, aunque digas que no. Para mi y seguro que para lo demás también.
A veces me da por pensar. No es bueno que lo haga, ya me lo dices tú.Qué hubiera ocurrido si nada de esto hubiera pasado. Si nuestros caminos nunca se hubieran cruzado, si no hubiera llegado a hablarte, a conocerte, a encapricharme. Si nunca te hubiera conocido. ¿Qué habría sido de mi, de ti, de nosotros?
¿Sinceramente? Yo ahora mismo estaría a tres metros bajo tierra. No exagero. Apareciste en el momento más indicado. Cuando más necesitaba a un amigo para hacerme olvidar los problemas, que me llenara la vida de risas y sonrisas. Y apareciste tú.Tú con tus problemas y yo con los míos que poco a poco los íbamos dejando a lado, al menos por mi parte. Fue cosa del destino,supongo.Y lo agradezco.
¿Sabes? Dicen que tu vida deja de depender de una persona cuando te das cuenta que no necesitas a nadie para ser feliz. Yo siempre te necesitaré para ser feliz. Por una parte es malo, ya que tú te puedes ir de mi lado. En cuestión de segundos. Espero que no. Nuestra vida será difícil. No sé si te has podido llegar a dar cuenta. Lo será, ya que hay 775 km entre nosotros. Deprimente,sorprendente y divertido. ¿Divertido? Divertido. Piénsalo nuestra vida no será aburrida. No nos cansaremos y siempre estaremos luchando. Tú y yo estamos luchando por conseguir un sueño que poco a poco está cobrando su fruto.Tenemos pruebas. ¿Por qué quién coño dijo que la distancia hacía el olvido? ¿Qué las relaciones a distancia nunca tienen su fruto? ¿ Qué siempre hay terceras personas? ¿Qué no se conocen realmente? ¿Quién? ¿Quién lo dijo? Porque le quiero enseñar nuestra relación.Como nos recordamos cada día. Como poco a poco tú y yo estamos consiguiendo nuestro sueño de poder estar siempre juntos, el uno cerca del otro. Como entre tú y yo no hay terceras personas ni las habrá. Como nos conocemos, como sabemos como es el otro, como sabemos cuando el uno está mal o bien. Le quiero enseñar que tú y yo somos felices con 775 km de por medio, ahora y siempre.Porque llegará el día que veamos: Tú y yo a 0 km de distancia. Y no pararé hasta conseguirlo ¿me quieres ayudar? Me ayudarás.
Cada día que pasa estoy más segura que lo conseguiremos.Aunque tengamos días en los que no veamos futuro a esto, aunque dudemos del siempre, aunque nos necesitemos en nuestros brazos. Porque nos necesitaremos. Lo vamos a conseguir. Lo prometo.
Espero que seamos felices en un futuro, que no te haga enfadar como lo hago ahora, que deje de joder las cosas, que dejes de enfadarte tanto, que dejes de ser tan tontoque no haya distancia, que nos amemos eternamente.
Perdóname por ser como soy, tan infantil, tan tonta.Por meter la pata cada día, por decir algo que te ofende, por deprimirme por el pasado. Perdóname. No es mi intención, no te quiero ver mal y menos por mi.También perdona por los silencios que se producen por la noche, por enfadarme cuando me gastas bromas, por preguntarte tanto preguntas estúpidas. ¿Me quieres? Te quiero... Supongo que me gusta oírlo a veces ya que bueno nunca me han querido de verdad.
No todo son perdones... no te lo digo pero tú también tienes tus fallos que me gustan.Por ejemplo eres un gruñón,no te debes enfadar tanto, mis idioteces son de broma. A veces te ríes más de mi que hacerme de rabiar, soy buena pero tengo también mis límites. Cuando ponemos cam no nos hacemos caso, eso es más un problema general, es decir, de los dos.Muchas distracciones. Bordeas mucho.Vamos lo normal. Yo también tengo defectos. Mi bipolaridad.Cuando me enfado por tus bromas, son bromas no me debo enfadar. Te exijo mucho. Soy estúpida. Rubia, según tú. Me deprimo con facilidad y soy pesada.
Fallos que todo el mundo tiene, ya que nadie es perfecto. Pero no solo veo tus fallo. Reconozco que eres una gran persona, de esas que sacan una sonrisa a cualquiera. Siempre estás a mi lado. Tu sonrisa me alegra el día. Tus bromas me hacen reír hasta que me quedo sin aire.Eres alto,guapo, con un pelo pantene impresionante, en el punto de vista superficial.Sinceramente para mi eres perfecto. Con tus fallos y tus cualidades.Me encantas.
Pero no solo son cosas malas. Te debo agradecer todo lo que haces por mi, todo. Porque haces mucho aunque no te des cuenta. Pero solo te diré una cosa. Gracias por hacerme jodidamente feliz.


Gracias. Perdón. Siempre. Tú y yo.


                                                                                                                             
                                                                                                       Recuerda: Las promesas en mi 
                                                                                                       mundo se cumplen.Siempre con amor.                          


miércoles, 9 de mayo de 2012

11.# Me acordé de ti



Supuestamente mi vida cambió cuando la conocí. No sé si para bien o para mejor. Me enamoré de ella con solo mirar sus preciosos ojos miel pero me enloqueció cuando me abrió su corazón. Ese día de verano ¿cómo olvidarlo?

Sentada en un banco del parque se encontraba Emily moviendo los pies de un lado para otro algo nerviosa. Llevaba el pelo suelo pero con una pequeña pinza sujetándola dos o tres mechones, tenía puesto un pequeño vestido azul con estampado de flores y unas manoletinas de un azul un tanto claro. No paraba de mirar a su alrededor, buscaba a alguien, a él.
-Buenos días bella dama-  Le dijo una voz masculina que se encontraba detrás suya.
Emily al verle sonrió y cogió la margarita que él la ofreció.
-Buenos días caballero- Le respondió entre risas.
Él la sonrió y ella le devolvió la sonrisa oliendo la margarita. Estaba preciosa, todavía no sé podía creer que iba a aceptar la invitación, después de tantos años sin verla.
- Y bueno… ¿a dónde me lleva?
- Oh por favor no me trates de usted, que solo te saco un año. – Le dijo sacándola la lengua. Seguía tan niño como siempre, tan Peter Pan.
- Bueno, bueno ¿Me estás llamando enana?
-¿Yo? Que va, solo digo que eres un poco renacuaja
- ¡Pues ahora me enfado, no respiro y me convierto en pera! Por tonto.
Los dos se miraron serios y se empezaron a reír a carcajadas, se sentían bien, demasiado bien.
-Bueno, bueno que te meas. –Le dijo sacándole la lengua como él la hizo.
-Calla doña pera.
-Solo si lo haces con un beso.
Sus ojos se abrieron sorprendido ¿había escuchado bien? ¿ un beso?
-¿Un beso?
-Si, un beso.
Cada vez le costaba más asimilarlo. Quería besarla, claro pero ¿qué había pasado exactamente? Solo se estaban riendo y bueno todavía no había empezado la cita para hablar de todo ¿ y ya quiere un beso? Pero bueno, el destino solo te da una oportunidad y es ahí cuando tú decides en aprovecharla o rechazarla. Cogió aire y se acercó a ella, solo un beso… Pasó su mano por su cadera, abrazándola y con la otra acariciando su cálida mejilla. Solo un beso… Cerró los ojos y se acercó a su rostro, estaba cerca de ella frente a frente, sentía su respiración en su cara. Solo un beso… Juntaron sus labios, segundos, minutos. Ella le rodeó con sus brazos, poniéndose un poco de puntillas para llegar. Solo un beso… Solo un beso que esperó años. Sus rostros se separaron centímetro a centímetro. Callados se miraron y los dos se sonrieron. Solo un beso… que desencadeno otros  dos más, y otros tres… Una adicción que tuvo que acabar cuando dieron las doce como en Cenicienta pero esta vez a esa hora era cuando empezaba el baile.
- Debemos de irnos o sino se me arruinará la sorpresa.- La dijo mirándola a los ojos con una dulce sonrisa.
-Ui… ¿A dónde me llevas señorito?
- Al país de Nunca Jamás. ¿Te apuntas?
- Mm… ¿Peter Pan?
-No, Mickel.
Los dos sonrieron.



domingo, 6 de mayo de 2012

Shh... Te extraño en mi cama.





-¿Enserio me dices que me amas?
+Claro, ¿no me crees?
- Supongo que si. Pero ciertas ausencias me hacen dudar.
+ ¿Qué ausencias? Estoy aquí, a tu lado.
- La ausencia de besos por todo mi cuerpo.

¿Sabes? Me acordé de ti...

Me acordé de ti.En cada palabra que dije, en cada sonrisa que veía. Me acordé de ti.
No sé las razones de ello ni cuándo lo empecé a hacer. Solo sé que me acordé.

Escuchaba en mis sueños esa pequeña risa que soltabas por teléfono.Cuando nos pasábamos horas y horas hablando ¿Te acuerdas? 
O cuando te dejabas siempre un calcetín entre mis sábanas, las noches que me acompañabas. No las consigo olvidar. 
En mi mente se encuentra una imagen. Estás tú, tumbada en la cama, desnuda, con las sábanas tapándote hasta la cintura. Estás preciosa, tu suave piel está iluminada por los rayos de sol que traspasan las cortinas y tu melena pelirroja está esparcida por la almohada mientras que un mechón de pelo te recorre el rostro. Me encanta. Creo que sé de cuando fue, fue la segunda vez, creo.No estoy seguro. Tendríamos unos 17 años, supongo. Si, ya me acuerdo. 17 recién cumplidos, por tu parte. Se nota la niñez en tu cuerpo. No te lo decía nunca, pero cuando duermes no paras de mover la nariz. ¿Cómo lo sé? Porque me quedaba observándote cada noche. Me gusta contemplar las obras de arte.
Mi pequeña princesita, te echo de menos. No lo puedo evitar. Supongo que ya serás mayor como yo. No sé, te imagino en mi mente, como una chica alta, con tu melena pelirroja recogida con una coleta alta y dos o tres mechones sueltos, como te gusta a ti. También te imagino con una camiseta azul, tu color preferido y unos pantalones ajustados. Y no me extrañaría que lleves zapatillas en vez de tacones, converses seguramente.
¿Sabes? Espero que hayas sido muy feliz en el tiempo que ha pasado y que lo sigas siendo. Llámame egoísta pero me gustaría que tu corazón siguiera estando libre para que el día que nos encontremos pudiera ocupar ese lugar.Supongo que eso es algo imposible ya que tal perfección como tú ya tendrá dueño o incluso juego. 
Han pasado años desde que te perdí. Asqueroso día.Ese día es una de las cosas en las que me arrepiento. ¿Cómo te pude dejar? Estabas llorando,estábamos llorando. Te dí un último beso en los labios, quería darte más lo juro, pero ya dieron el último aviso.Nuestras manos se fueron soltando lentamente. Tus ojos no paraban de derramar lágrimas, sabías que ya no iba a estar más. Ya no podría abrazarte cuando estuvieras mal, ni besarte cuando tus labios tuvieran sed. Ya no podría estar junto a ti, hasta cierto tiempo. Entré en el vagón, tú seguías allí, despidiéndome con la mano y yo al otro lado del cristal. Entonces me acordé. Me acordé de aquel día cuando también tuve que partir. Saqué un posit y lo pegué en el cristal. ''Te amo mi pelirroja.'' Tú sonreíste, y pude leer en tus labios otro ''Te amo''.
Se me parte el alma recordarlo. Desde ese día todo fue distinto, hablábamos, si, pero cada vez menos. Te notaba rara.¿ Te seguía amando? Claro que si. Te amaba con toda mi alma, eras mi otra mitad. Pero no sé por qué las dudas empezaron a surgir por tu parte. Terceras personas salieron. Mentiras y engaños que no eran ciertos. Y llegó el día, el día en el que me dijiste adiós. Tu voz era rasgada, podía escuchar que estabas llorando y que te había sido difícil haber tomado esa decisión. 
''Lo siento Simón, pero no puedo continuar. Es demasiado para mi. Todo ya es diferente. Lo siento'' Palabras que llegaron a mi corazón como puñales. Callado te escuchaba, aguantando el dolor que sentía. Fui estúpido al no poder defenderme, al no explicarte la verdad. Pensé que no me ibas a creer y ahora ya no sé si me hubieras creído o no. Desperdicié esa oportunidad y ahora estoy aquí, recordándote y esperando a que el destino me vuelva a encontrar contigo mi dulce Pelirroja.
Nunca llegué a decirte como me sentí aquel día en ese paso de peatones. Cuando te conocí.
Ese día llegaba tarde a una ''cita''.Curioso ¿eh? Pero te preguntarás que qué hago con una cita a las 7 de la mañana. La chica era así de extraña. Me dijo que quería quedar antes de las clases para ver cómo era mi humor recién levantado. Sinceramente esa idea no me hizo ni pizca de gracia, por eso llegaba tarde, me quedé dormido.Entonces quise coger un atajo y ahí fue cuando te conocí. Nuestro encuentro fue... extraño. Casi te atropello. Me reí de ti, parecías que estabas en otro mundo, era gracioso. Pero al ver tus ojos me hipnotizaron, no te pude sacar de mi cabeza en todo el día. Me atrajiste. Llegué tarde a la cita, la chica ya no estaba así que pensé que eso no había sido casualidad, y ahora sé que no lo fue. Destino. Así que volví a buscarte y te encontré.Pude conocerte y darme cuenta que las casualidades dejaron de existir.
Te amé y te sigo amando. Por eso espero volver a encontrarte y a poder recuperarte. Porque fuiste la única a la que amé de verdad. A la única chica que anhelo en mi cama y a la que deseo encontrar. La que me hizo sentir infinitas de cosas. Mi pequeña Pelirroja.

jueves, 3 de mayo de 2012

Hola, ¿te apuntas?

Deja de pensar, deja de soñar, deja de mirar entre tus sábanas.
Corre, salta, ríe,grita.
Vive la vida.
Actúa.
Y sobre todo sé feliz.

10.# Me acordé de ti


A veces, en determinadas ocasiones me da por pensar que hubiera pasado si nada de esto hubiera ocurrido. Si  ese día no hubiera cruzado por aquel paso de peatones, si a mi padre no le hubieran trasladado a aquella pequeña ciudad. Si nunca le hubiera conocido. ¿Qué habría sido de mi, de él, de nosotros? 

-Corre, corre más rápido- Decía Emily entre risas agarrando a Simón de la mano.
-¡Pero espera! ¿A dónde vamos?
-Ya lo veras cuando lleguemos, solo corre antes de que nos pille la lluvia. – Sus miradas se cruzaron y los dos sonrieron, corriendo los dos por medio de la calle, esquivando personas, papeleras, perros… Sin soltarse de la mano.
Llevaban minutos corriendo, Simón no sabía bien a donde le llevaba solo la seguía. Su calida mano no le soltaba ni un segundo, por mucho charco que hubiera en la acera, persona que se pusiera en medio Emily no le soltaba y eso le gustaba. No paraban, cogían aire al instante pero seguían corriendo él atrás o ella al lado pero siempre cogidos de la mano y riendo. Parecían jóvenes, adolescentes de unos dieciséis años que huían de sus padres y se iban en busca de su propia felicidad. Como en los viejos tiempos cuando solo existían ellos dos y nadie más.
Simón no paraba de mirar su sonrisa, parecía contenta, planeaba algo. Esa mirada de chica inocente pero a la vez con un toque de picardía, le encantaba ¿ por qué la perdió? No se acuerda. Tantas cosas pasaron desde entonces, tantas chicas pasaron por su cama y ninguna le daba la calidez que ella le dio. Nadie.
De repente un tirón brusco para el lado derecho le hizo reaccionar. Emily corría cada vez más despacio, estaba fatigada pero por su rostro parecía que ya habían llegado, y así fue. Se pararon, los dos jadeando, cogieron aire rápidamente. Emily le miró, estaba sonriendo y le volvió a ofrecer la mano. Simón encantado la aceptó con una sonrisa y fueron caminando agarrados de la mano hasta el determinado lugar pero antes de llegar Emily se paró.
-Mírame a los ojos- Le dijo seria poniéndose en frente de él. Simón no sabía bien que pasaba pero la miró a los ojos igual de serio.
-Bien… y ahora dime una cosa.
- ¿El qué?
- Dime que me quieres.
La frase le llegó por sorpresa, no sabía que decir. Bueno, si que lo sabía. ¿Quererla? Claro que la quería, muchísimo, infinito por así decirlo pero ella tenía novio ¿no?
- Te quiero.
Emily sonrió al oirlo y continuó andando. Simón estaba un poco perdido, no sabía a que venia eso. ¿Y ella? ¿ella le quería?
- ¿Y tú? ¿Tú me quieres?- Simón la paró tirando de ella y esta vez el se puso delante.
-Emily, ¿tú me quieres o ya hay alguien que ha ocupado mi lugar?
El tiempo se paró por completo, ellos dos uno enfrente del otro, cara a cara y los dos sintiendo los mismo.
- Si..
-Emily… hay dos preguntas ahí. Si ¿a qué? ¿a qué me quieres o a que ya hay alguien?
- A que te quiero...- Su voz estaba seca, tartamudeaba, estaba nerviosa. ¡Había alguien claro que lo había! Mickel… su Mickel el chico que la hizo también feliz.
- Mi pequeña Pelirroja…
Y antes que dijera nada la sorprendió con un beso. Uno de esos besos dulces, demostrándola cuanto la echó de menos, cuanto se acordó de ella. Los minutos se pararon, la gente se paralizó y el tráfico dejó de sonar y Mickel salió de su cabeza. Solo estaban ellos dos, solo sus sentimientos, solo Simón y Emily como en los viejos tiempos.