lunes, 27 de febrero de 2012

5#. Me acordé de ti

Recuerdo como nos dijimos adiós, como todos nuestros sueños se los llevó el viento como si fuera un avión de papel impulsado por la suave brisa del mar. Todo se esfumó por una única razón: Maldad.
Hace un par de años en un pequeño pueblo a las afueras de la ciudad.
‘’Emily Hadson: Me mentiste, no paras de mentirme Simón… estoy harta de ti y de todas tus estupideces. Deja de jugar conmigo, olvídame, olvida todo. No existo más para ti.’’
Dos, tres, cuatro veces pasaba la vista por aquel mensaje enviado por ella y siempre con la misma pregunta: ¿Se acabó?
No, no quería que se acabara. No podía ser verdad, sus sueños, sus siempre ¿todo acabado? Una sensación  de angustia le inundó todo el cuerpo, aquella que te impide respirar que te atrapa y no te deja salir. Quería gritar, llorar, coger e ir a por ella y decirla cuanto la amaba, cuanto la necesitaba …Como aquella vez pero se rindió, volvió a mirar el mensaje y cerró el ordenador con la esperanza de que todo fuera un mal sueño y que en unos minutos acabara por despertarse.
En una pequeña empresa situada en el centro de la ciudad.
-Enhorabuena Simón, tu trabajo es magnífico. Has captado la idea, si sigues así puede que llegues muy lejos.-Decía un hombre canoso, un poco echado en años.
-Muchas gracias, espero ser de gran ayuda en la revista. –Decía Simon con una sonrisa. Por fin había conseguido su sueño a partir del lunes trabajaría en aquella revista como fotógrafo, no muy importante pero algo es algo. Quien diría que por una vez los sueños se pueden cumplir, soñar, soñar y luchar para que se cumpla.
Alegre, salió de las oficinas de la revista y se puso a caminar ¿con destino? Hasta que sus pies se cansaran. Caminaba sin parar, con su cámara en mano como siempre y captando cada imagen que le rodeaba, ya que cada cosa que nos rodea esconde siempre una sorpresa, hasta sorpresas que nunca llegarías a imaginar.
Parejas agarradas de la mano, foto. Aves por el horizonte intentando coger impulso con el viento, foto. Paso de peatones en rojo, foto. Y detrás de la lente, encontró su objetivo. Parada en ese paso de peatones, esperando a que se pusiera en verde, se encontraba ella, como siempre su melena roja un poco más corta desde la última vez que la vió, alta y como siempre con aquellas zapatillas azules que le encantaban. No se lo podía creer, se la quedó mirando, quería correr a por ella no quería perderla, pero por alguna razón sus pies no reaccionaban, era como si hubiera pisado un chicle enorme pegado en el suelo. El semáforo se puso en verde y ella cruzó, Simón mirándola quería gritar su nombre, pero su voz no le salía, era como una tortura. Paralizado, aterrado, sin saber que hacer, solo se le ocurrió hacer una cosa. Clic, foto. Y lentamente se alejaba a lo lejos, su único amor que por los nervios perdió pero por algún motivo se alegró, la encontró, y la volverá a encontrar porque como siempre no hay cuento de hadas sin príncipe y princesa.


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