lunes, 18 de febrero de 2013

Dímelo bajito donde nadie lo escuche.

Cada día, a cada hora, a cada minuto y segundo miles de miradas se cruzan, miles de palabras salen despegadas de millones de labios; y solo una mirada y palabra te llega a ti.

-¿Qué decirte cuando ya lo sabes todo de mi?
-Pues simplemente no digas nada.
- ¿Entonces?
- Entonces nada, solo déjame volver atrás. Déjame volver a ese día lluvioso en aquel taxi.
-¿Qué taxi? ¿Qué día?  ¿Qué chica?
  ¿A quién esperabas?

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