martes, 22 de noviembre de 2011

17#Te necesito a mi lado...

  En ese mismo día de diciembre, en la pequeña pero ordenada habitación roja y negra de Mikel.
-Eres perfecta- le susurró a Emily mientras la iba comiendo lentamente a pequeños besos por su cuello .Emily no decía nada se encontraba callada, perdida. Desde que le vio no volvió a decir ninguna palabra .Esa mirada, esas lágrimas y ese casco azul se le habían quedado incrustadas en la cabeza, solo pensaba en él y en lo que le había hecho.``¿Por qué?´´ se preguntaba así misma, tantas preguntas se hacía y ninguna era capaz de responderla.- Te quiero Emily- le dijo Mikel mientras le desabrochaba lentamente los botones de su camisa azul celeste, Emily seguía sin decir nada, con la mirada perdida en esas paredes rojizas llenas de posters de jugadores de baseball, de librería llenas de trofeos de futbol y de una pequeña figurita de un skeat ya que era su afición .Ella seguía pensando en lo que había pasado todo este tiempo. Se podía ver como se iban inundando de lágrimas sus ojos de color miel que lentamente se iban desplazando por sus blancas y cálidas mejillas, pero Mikel no se daba cuenta, solo disfrutaba del momento, por fin la tenía entre sus brazos por fin la podía comer a besos y lo mejor aun por fin podía darle todo su amor, aun que ella estuviera desconectada del mundo él seguía desabrochando su camisa y acariciando su suave espalda. Sentía como sus fuertes y cálidas manos recorrían su cuerpo, la sensación que sentía era agradable pero una fuerte presión en el pecho no la dejaba respirar.
`` ¿Sabes por que puse tus fotos en frente de mi cama? Para que cada vez que me despierte te vea sonreír pelirroja.´´ 
Palabras que la hicieron recordar ese día en el que se entregaron su amor, en esos días que se juraron amor, en ese  ``para siempre ´´. La presión que tenía en el pecho se hizo cada vez más grande y la hizo reaccionar. Emily volvió al mundo dejó sus recuerdos atrás y se dio cuenta en la situación, en lo que estaba haciendo con Mikel, miró a su alrededor  buscando a Simón pero solo encontró a Mikel, tumbado a su lado y acariciando su brazo.¿Qué estaba haciendo?¿qué es lo que había pasado? Se preguntaba ,pero  no supo que decir solo se levantó de un golpe, buscando sus cosas para irse, Mikel al ver que huía se levantó para cerrar la puerta e impedir que se escapara.
-¡No Emily! ¡No volveré a dejar que te vayas, yo te quiero!- decía gritando mientras se le caían lágrimas por los ojos.
-Pero sabes lo que yo siento…- Mikel la miraba desesperado no quería perderla, no aguantaba eso, Emily sin saber que decir se fue llorando, como siempre cada vez que los problemas la invadían solo sabía hacer una cosa, huir. Caminaba por la calles llenas de nieve e iluminada por las luces de navidad, por cada casa que pasaba miraba como las familias disfrutaban de ese día 25 de diciembre. Lo había estropeado todo, desde que se mudó las cosas no la salieron como quería que la salieran, había perdido su amistad con Mikel  le había utilizado, el contacto con su padre se hizo cada vez peor esas discusiones esos vacíos y lo peor de todo lo que más la desgarraba el alma, le había perdido a él ,la única persona que la hacía reír desde mucho tiempo, que la entendía que la ayudaba. Nunca pensó que ese para siempre se podría hacer tan corto, lo que había sentido por él no había sido como un amor de verano ni nada por el estilo, ella le quería , mas bien, le amaba y lo arruinó.
Cada vez las calles se hacían más solitarias, no había nadie por la calle, ningún coche, la nieve caía despacio, el cielo estaba estrellado y los semáforos parpadeaban cambiándose de color verde, rojo y amarillo así cada cuatro minutos. A lo lejos se podía distinguir la figura de una persona que se iluminaba por los colores del semáforo, sin cruzar de calle esa persona se mantenía ahí, quieta sin inmutarse como si estuviera esperando algo o a alguien. Emily lo vio a lo lejos pero con  la oscura noche y la nieve que caía le era imposible distinguir quien era. Dio siete pasos más y por fin le distinguió, callada sin decir nada, con lágrimas en los ojos se quedaron mirando el uno al otro pero entre esas miradas solo se escuchó un ``tú…´´

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