Las gotas seguían cayendo una a una, empapando cualquier cuerpo de la calle, borrando pisadas. Emily seguía caminando con dirección: hasta el pasado, para que todo lo que había vivido años atrás se borrara, todo absolutamente todo, que nada hubiera existido. El semáforo se puso en rojo, se paró y miró al cielo, las gotas chocaban con su cara y se resbalaban suavemente por ella. No sacó su paraguas, quería notar cada gota en su cuerpo para a ver si con eso reaccionaba pero en ese momento se derrumbó junto con las gotas de lluvia caían por su cara lágrimas y más lágrimas que arrastraban el rimen de sus ojos dibujando rayas negras en su cara. El semáforo se puso en verde y ella cruzó pero a la mitad del paso de peatones empezó a bailar, sin música, solo tarareaba una canción en su mente. Toda la gente que pasaba la miraba pero nadie la decía nada ‘’Otro loco suelto’’ pensaban. Cerró los ojos guiándose por la música de su cabeza, bailaba lento como un vals , como aquel que bailó con él, hasta que alguien la agarró de la mano y la pegó junto a él. Sin decir nada, le puso un casco en su oreja y él otro, seguía con los ojos cerrados y bailaban en el paso de peatones con la canción You’re Beautiful de fondo. Los segundos se volvían eternos y todo a su alrededor calló, imaginándose en sus cabezas que estaban ellos solos, bailando pegado, inundados por la voz que salía de los cascos y notando en frente sus respiraciones.
-Volviste… -Susurró Emily con los ojos cerrados. Sabía quien era, no podía ser otra persona que él. Sin decir nada la abrazó más fuerte sin parar de bailar. -¿No dices nada?
-Me acordé de ti Pelirroja- Le dijo en su oído sonriendo. Ella sonrío y se pegó más a él, eliminando los milímetros que los separaban. Tenía ganas de besarle, le había echado de menos, lo tenía que reconocer, su hueco nadie lo llenó pero su cabeza le decía que no. Mientras seguían bailando al fin se decidió y al acercarse a sus labios el semáforo se puso en rojo.
-Me acordé de ti, cada minuto de mi vida.- Y con un beso en la mejilla se despidió de ella, soltándola lentamente de la mano. Emily no dijo nada, tragó saliva y poco a poco fue abriendo los ojos pero él ya no estaba allí. Los coches empezaron a pitar y al final tubo que cruzar, despidiéndose de aquel momento que poco a poco la lluvia borraría.
-No, no volveré a cometer el mismo error- Dijo en voz baja Emily al llegar al otro lado de la acera, y sin pensar se lanzó a la carretera cuando no venía ningún coche y fue a por él. Los paraguas de las personas la impedían ver, pero ella seguía corriendo por la dirección que él había cogido. Y por fin le vio, a lo lejos.
-¡Simón!-Gritó fuerte Emily y corrió hacia él. Se encontraba apoyado en la pared de unos edificios protegiéndose de la lluvia con un pequeño tejado que tenía encima, al verla sonrió se sacó las manos de los bolsillos, cogiendo la cámara que tenía colgada en el cuello y la hizo una foto. Le encantaba, sabía que iba a venir, la extrañaba.