viernes, 23 de marzo de 2012

7#. Me acordé de ti

Si te pierdes no dejaré de buscarte.
Las primeras gotas de lluvia caían en la tierra, desplazándose por los paraguas que había en ese momento en la calle: rojos, amarillos, azules, de todos los colores que si los juntabas podías crear un enorme arco iris. Emily los miraba embobada por la ventana del autobús, miraba esos colores que te introducían en otro mundo, en su mundo, sin darse cuenta de lo que ocurría o decían a su alrededor viendo solo sus recuerdos en un cristal.
-Te necesito a mi lado… -Se escuchó al fondo del autobús
Emily enseguida reaccionó y miró para todos los lados, pálida, como si hubiera visto algún espíritu. Lo había oído, esta vez no se lo había imaginado. Miró por todos los lados del autobús a ver si estaba él, quería que estuviera pero al final se dio cuenta de que lo dijo un chico de unos treinta y algo de años que hablaba por el móvil. Su ‘’ilusión’’ por así decirlo se desvaneció y volvió a mirar por la ventana, apoyando su cabeza en sus manos. La lluvia no paraba y las calles cada vez parecían pequeños riachuelos por los que era imposible cruzar. Emily miraba sin prestar mucha atención a las calles, una, dos más calles y la siguiente fue esa, aquella calle con su paso de peatones, donde todo empezó toda su historia, todo su romance, fue allí. El autobús se paró debido al atasco, ‘’casualidad’’ pensó, siguió mirando al paso de peatones esa calle no había cambiado nada, los mismos árboles, casas y tiendas ; desde que él se fue de su vida no volvió a pisar por esa calle e intentó esquivarla tantos recuerdos en un simple paso de peatones. Emily no paraba de mirarlo y sin darse cuenta por su cara recorría una lágrima, recordó su encuentro, aquel baile en medio de la carretera y su primer beso, todo sucedió allí.
-Casualidad… simple casualidad.. –Se decía así misma, intentándose engañar pero las casualidades no existen, en este juego no.
Y de repente es cuando sucedió todo, allí al lado del paso de peatones le vio a él, Simón, tenía una cámara en la mano y echó fotos al paso de peatones. Emily se restregó los ojos, para asegurarse y si era él, su corazón estaba apunto de estallar no sabía que hacer, le volvió a mirar sin pestañear pero parecía que se iba. Cogió rápido su mochila que estaba en el suelo y salió corriendo del autobús, la lluvia seguía cayendo pero no podía buscar el paraguas no le daba tiempo. Corría sin parar, parecía aquella vez cuando ella fue tras él a la estación del tren en invierno, corría para no perderlo y esta vez corría para... corría porque su cabeza se lo decía. Cada vez estaba más cerca hace tiempo que le perdió de vista por la lluvia, pero era normal. Y por fin llegó pero no estaba él, buscaba por todos los lados, empapada y jadeando, miró al cielo y dio un gran pisotón al suelo de rabia.
-¡Mierda, mierda, mierda! Siempre te pierdo… -Gritaba al cielo de rabia. Volvió a mirar a los lados y se fue aguantándose las tremendas ganas de llorar. Sin darse cuenta que a metros de ella estaba él, escondido entre los árboles.
-Pelirroja… tan torpe como siempre.. –Decía sonriendo Simón. Estaba feliz, la había encontrado y ella le seguía recordando, no sabía nada de su presente, si tenía alguna pareja ni nada, le daba igual, él la amaba y como pudo ver ella le seguía recordando entonces esto solo sería el principio de otra gran historia ya que si tu cabeza no olvida tu corazón menos.


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