lunes, 15 de octubre de 2012
¿Dónde estás? Te echo de menos.
Sentada en el borde de la cama, recordando esos días, recapacitando, admitiendo que...
Echo de menos tu figura sentada a mi lado.
Echo de menos la suavidad de tu piel.
Echo de menos hablar a las tantas de la noche y que al final te quedes dormido. Porque mi voz te relaja.
Echo de menos como me tocabas. Tan delicadamente, como si me fuera a romper.
Echo de menos tus bromas, esas que me hacías solo para verme enfadar. Porque te gustaba ver mi cara arrugada.
Echo de menos tus labios y no solamente por como besas sino por tus te quiero.
Echo de menos vernos todos los días, aunque solo sea para eso, para vernos.
Echo de menos estar contigo, aunque no hagamos nada nuevo.
Echo de menos tus abrazos, esos con los que me siento protegida.
Echo de menos cuando me rodeabas con tus brazos para besarme.
Echo de menos cuando te tumbabas sobre mi regazo mientras te acariciaba el pelo.
Echo de menos ese juego de miradas que teníamos.
Echo de menos cuando me perseguías corriendo por la playa con un erizo en la mano.
Echo de menos esas situaciones en las que nos cogíamos de la mano debajo de la mesa para que nadie lo viera.
Echo de menos los susurros en mi oído.
Echo de menos los besos que me robabas de manera inesperada.
Echo de menos tu mano en mi cintura. Tu mirada en mi mirada.
Echo de menos tu voz pronunciando mi nombre.
Echo de menos tantas cosas... pero lo puedo resumir en una.
Te echo de menos.
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