¿Para qué necesitamos palabras si nuestras miradas lo dicen todo?
''Me alegro de haberte visto.''
''Te estaba buscando''
''Te estaba esperando.''
-¿Alguna vez te has parado a pensar en las cosas enormes que nos rodean?
-¿Qué?
-Que eso, que si has pensado lo pequeño que somos ante el mundo.
- Robert, ¿a qué viene esto?
- No sé, es que pensándolo el mundo es muy grande y a la vez tan pequeño.
-No me digas.
- Que si Steven. Que te lo digo enserio.
- No si ya... ¿Pero a qué viene ahora esto?
- No sé, es que ver el cielo así, los dos solos en el banco y a la luz de la farola, pues... uno piensa.
-¿En nosotros? -Dijo bromeando Steven mientras le ponía una mano en la pierna en plan romántico.
- Sí... en nosotros... - Su mirada solo se fijaba en el cielo estrellado, sin darse cuenta de la broma de su amigo. Solo estaba en sus pensamientos.
- ¿Robert..? -Le miraba extrañado ya que no decía nada, ni le apartaba la mano.
- Creo... creo que la encontré. -Decía susurrando, sin apartar la mirada del cielo.
- ¿Encontrarla? ¿A quién? -Apartó su mano de la rodilla y se incorporó para atender mejor a su amigo.
-¿No me digas estás enamorado? - Volvió a preguntar impaciente, sin embargo, su amigo no le daba ninguna contestación a ninguna de sus preguntas.
-Ese día que fuí a por la camarera. Ese día...
- ¿Pero a quién? Jo tío venga, sal de las nubes. Dilo ya.
Robert apartó la mirada, para mirar a su amigo, para solamente sonreirle. Una sonrisa de satisfación.
-A Laura.
-Hace dos días le vi, a él. Al que un día te conte.
Estaba allí, en la cafetería, sentado en la barra y ligando con la camarera. Lo típico de él... pero me alegré.
-¿De qué?
- De que estaba bien, y de haberle visto. Eso era lo único que quería, Emily. Verle. Y lo conseguí.
-¿Y él a ti?
- ¿A mi? Claro, nuestras miradas se encontraron y fue como... como si me hubiera hablado aunque no hubiera dicho nada.
-¿Laura, estás enamorada de él?
-Qué. ¿Por qué lo dices?
-Porque no se te quita esa sonrisa de la cara cuando hablas de él.
- Emily... desde que le conocí no se ha ido de mi cabeza nunca. Fueron unos grandes meses y no sé porque se fue... no lo entiendo. Aunque no fueramos nada, merecía una explicación ¿no?
- No sé... Laura no soy la más indicada para aconsejar teniendo una vida tan... tan.
- Ya, si ya lo sé...
Lo único que te puedo decir es que.. si le has encontrado será por algo ¿no? Yo no creo en las casualidades, y si las cosas pasan será por algún motivo. ¿No crees?
Puede que sea el momento de hablarle y decirle que por qué se fue sin decir nada.
- Pero no tengo su número, se cambio de móvil. Si no ya hubiera hecho eso hace mucho...
-Si le has encontrado una vez seguro que le encuentras otra.
Su amiga la sonrió, afirmando con la cabeza.
''¿No es curioso como un día puedes llegar a conocer por casualidad a alguien que cambiará tu vida por completo? ''
No hay comentarios:
Publicar un comentario