domingo, 6 de mayo de 2012

¿Sabes? Me acordé de ti...

Me acordé de ti.En cada palabra que dije, en cada sonrisa que veía. Me acordé de ti.
No sé las razones de ello ni cuándo lo empecé a hacer. Solo sé que me acordé.

Escuchaba en mis sueños esa pequeña risa que soltabas por teléfono.Cuando nos pasábamos horas y horas hablando ¿Te acuerdas? 
O cuando te dejabas siempre un calcetín entre mis sábanas, las noches que me acompañabas. No las consigo olvidar. 
En mi mente se encuentra una imagen. Estás tú, tumbada en la cama, desnuda, con las sábanas tapándote hasta la cintura. Estás preciosa, tu suave piel está iluminada por los rayos de sol que traspasan las cortinas y tu melena pelirroja está esparcida por la almohada mientras que un mechón de pelo te recorre el rostro. Me encanta. Creo que sé de cuando fue, fue la segunda vez, creo.No estoy seguro. Tendríamos unos 17 años, supongo. Si, ya me acuerdo. 17 recién cumplidos, por tu parte. Se nota la niñez en tu cuerpo. No te lo decía nunca, pero cuando duermes no paras de mover la nariz. ¿Cómo lo sé? Porque me quedaba observándote cada noche. Me gusta contemplar las obras de arte.
Mi pequeña princesita, te echo de menos. No lo puedo evitar. Supongo que ya serás mayor como yo. No sé, te imagino en mi mente, como una chica alta, con tu melena pelirroja recogida con una coleta alta y dos o tres mechones sueltos, como te gusta a ti. También te imagino con una camiseta azul, tu color preferido y unos pantalones ajustados. Y no me extrañaría que lleves zapatillas en vez de tacones, converses seguramente.
¿Sabes? Espero que hayas sido muy feliz en el tiempo que ha pasado y que lo sigas siendo. Llámame egoísta pero me gustaría que tu corazón siguiera estando libre para que el día que nos encontremos pudiera ocupar ese lugar.Supongo que eso es algo imposible ya que tal perfección como tú ya tendrá dueño o incluso juego. 
Han pasado años desde que te perdí. Asqueroso día.Ese día es una de las cosas en las que me arrepiento. ¿Cómo te pude dejar? Estabas llorando,estábamos llorando. Te dí un último beso en los labios, quería darte más lo juro, pero ya dieron el último aviso.Nuestras manos se fueron soltando lentamente. Tus ojos no paraban de derramar lágrimas, sabías que ya no iba a estar más. Ya no podría abrazarte cuando estuvieras mal, ni besarte cuando tus labios tuvieran sed. Ya no podría estar junto a ti, hasta cierto tiempo. Entré en el vagón, tú seguías allí, despidiéndome con la mano y yo al otro lado del cristal. Entonces me acordé. Me acordé de aquel día cuando también tuve que partir. Saqué un posit y lo pegué en el cristal. ''Te amo mi pelirroja.'' Tú sonreíste, y pude leer en tus labios otro ''Te amo''.
Se me parte el alma recordarlo. Desde ese día todo fue distinto, hablábamos, si, pero cada vez menos. Te notaba rara.¿ Te seguía amando? Claro que si. Te amaba con toda mi alma, eras mi otra mitad. Pero no sé por qué las dudas empezaron a surgir por tu parte. Terceras personas salieron. Mentiras y engaños que no eran ciertos. Y llegó el día, el día en el que me dijiste adiós. Tu voz era rasgada, podía escuchar que estabas llorando y que te había sido difícil haber tomado esa decisión. 
''Lo siento Simón, pero no puedo continuar. Es demasiado para mi. Todo ya es diferente. Lo siento'' Palabras que llegaron a mi corazón como puñales. Callado te escuchaba, aguantando el dolor que sentía. Fui estúpido al no poder defenderme, al no explicarte la verdad. Pensé que no me ibas a creer y ahora ya no sé si me hubieras creído o no. Desperdicié esa oportunidad y ahora estoy aquí, recordándote y esperando a que el destino me vuelva a encontrar contigo mi dulce Pelirroja.
Nunca llegué a decirte como me sentí aquel día en ese paso de peatones. Cuando te conocí.
Ese día llegaba tarde a una ''cita''.Curioso ¿eh? Pero te preguntarás que qué hago con una cita a las 7 de la mañana. La chica era así de extraña. Me dijo que quería quedar antes de las clases para ver cómo era mi humor recién levantado. Sinceramente esa idea no me hizo ni pizca de gracia, por eso llegaba tarde, me quedé dormido.Entonces quise coger un atajo y ahí fue cuando te conocí. Nuestro encuentro fue... extraño. Casi te atropello. Me reí de ti, parecías que estabas en otro mundo, era gracioso. Pero al ver tus ojos me hipnotizaron, no te pude sacar de mi cabeza en todo el día. Me atrajiste. Llegué tarde a la cita, la chica ya no estaba así que pensé que eso no había sido casualidad, y ahora sé que no lo fue. Destino. Así que volví a buscarte y te encontré.Pude conocerte y darme cuenta que las casualidades dejaron de existir.
Te amé y te sigo amando. Por eso espero volver a encontrarte y a poder recuperarte. Porque fuiste la única a la que amé de verdad. A la única chica que anhelo en mi cama y a la que deseo encontrar. La que me hizo sentir infinitas de cosas. Mi pequeña Pelirroja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario