Siempre huyendo de los problemas, encerrándote en tu cuarto escapando de la frialdad del mundo, de las injusticias… y ahora te ves en una de esas situaciones en las que no sabes si correr, gritar o enfrentarte a la situación.
25 de diciembre uno enfrente del otro sin decir nada, solo oyendo la brisa del viento.
-te necesito…
-… a mi lado- terminó la frase Emily. El silencio los inundó por unos segundos, mirándose el uno al otro, con lágrimas recorriendo sus rostros.
-Volví a por ti pensando que tú me necesitabas como yo te necesitaba a ti… y me encuentro con que todo fue una mentira.- decía fríamente mirándola a los ojos. Emily solo callaba mirándolo, sin saber que decir.
-Me gustaría salir corriendo, ir a por ti, retroceder en el tiempo y asfixiarme mientras te beso- pensaba, pero solo miraba.
-No diré nada Emily, soy un estúpido pensando que me esperarías pero sé que eso es antinatural, tanta distancia puede con todo.- decía a la vez que cogía su casco azul del suelo para montarse a la moto.-Un placer Emily Hadson…-
Emily seguía sin moverse. El miedo podía con ella. –cobarde, cobarde, te deja por ser cobarde - decían las voces en su interior, cobarde como siempre sin saber que hacer en los peores momentos. Viendo como Simón montaba en su moto, como el paso de peatones testigo de su encuentro y primer beso también lo sería de su despedida.
Emily respiró hondo cerró los ojos y corrió a por él, no le dejaría escapar, tenía que dejar de ser una cobarde. Simón dispuesto a irse arrancó la moto y Emily montó.
-¡No te volveré a dejar! No nunca más – se abrazó fuerte a él.
La miró a los ojos y sonrió- ¿a dónde princesa?- la preguntó a la vez que arrancaba la moto.
-a donde sea, pero no te separes de mi- dijo abrazándose fuertemente a él, poniéndose su casco azul para protegerse. Arrancó la moto y salieron por las carreteras llenas de nieve y adornadas por las luces, los dos con una sonrisa. Hasta que pasaron por una de las calles cercanas al instituto y le vio a él, a Mickel, sus miradas se cruzaron y miles de imágenes se le vinieron a Simón a la cabeza, abrazándola, tocándola, besándola…Cada vez aumentaba más la velocidad, cada vez que imaginaba que la había perdido iba más rápido, esquivando miles de coches sin parar, Emily asustada gritaba que parara pero él seguía hasta que en una curva perdió el control. El silencio de las calles fue roto por el golpe, gritos, auxilios, lágrimas del accidente.
Tirada en medio de la carretera, abriendo lentamente sus ojos Emily miró de un lado a otro buscando a Simón, no veía nada solo oía gritos como la llamaban pero era incapaz de responder una presión en el pecho la desgarraba el alma ¿dolor?¿angustia?¿confusión? no sabía bien lo que había pasado quería estar con Simón, lágrimas la recorrían la cara y lentamente volvió a cerrar sus ojos con la esperanza de despertar y verle acostado a su lado.¿Este sería el fin de su relación?¿de sus alegrías?
-lo siento, lo siento Simón- decía en sus pensamientos.
Porque dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.
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