jueves, 15 de diciembre de 2011

21# Te necesito a mi lado...

Sueños. Aquellos grandes y en ocasiones difíciles deseos de la gente, pequeñas historias que imaginas en tu cabeza mientras duermes, pero que a veces parecen tan reales e intensas que piensas que han sucedido de verdad.
En su azulado cuarto, tumbada y abrazada a un pequeño osito de peluche que tenía desde pequeña se encontraba Emily con los ojos cerrados en un profundo pero agradable sueño por lo que indicaba la pequeña sonrisa que tenía en su rostro. Era un frío y nublado día, las calles seguían blancas por la nieve y no había mucha gente por las calles. La fuerte brisa del viento que chocaba contra las ventanas despertó bruscamente a Emily. Parpadeó varias veces los ojos y se sentó en la cama teniendo en sus brazos a su osito de peluche al que llamaba ‘’Bob’’, miraba extrañada las paredes como si estuviera perdida como si hubiera salido de un pequeño mundo diferente al real.¿Cómo había llegado a su cuarto?¿qué es lo que había pasado? Se preguntaba. Lo único que recordaba era el último encuentro con Simón en el semáforo pero todo lo demás lo veía borroso como un recuerdo olvidado o perdido que no quieres volver a recordar.
Las diez en punto, el despertador suena tocando la canción Just a dream de Nelly, Emily se quedó mirando por la ventana desde su cama ‘’open my eyes, it was only just a dream’’ empezó a cantar, entonces pensó: ¿Y si todo había sido un sueño? ¿el encuentro con Simón, su romance, su amor por él, la atracción por Mickel? ¿todo? Los ojos de Emily empezaron a inundarse de lágrimas, ¿tanta soledad tenía en su corazón que su cabeza tuvo que crear una historia para llenar ese vacío? Las lágrimas iban recorriendo su rostro, tapándose con la almohada para desahogarse. Quería que ese sueño fuera real, lo quería ,lo deseaba, lo exigía. Tantas emociones que había vivido esos últimos meses eran tan reales, no podía ser solo un sueño. Entonces pensó, se levantó rápido de la cama, sintió dolor y miró el calendario que tenía colgado en su pared justo al lado del ordenador: 27 de diciembre. Emily suspiró aliviada y se le dibujó una pequeña sonrisa mientras se limpiaba las lágrimas, no fue un sueño, existía. Existía su querido Simón aquel chico al que amaba tanto y que casi le pierde por una estúpida tentación. Emily se fijó que tenía el día 25 señalado, ese día habían cumplido 9 meses juntos entonces reaccionó, su mente se aclaró, Simón fue a buscarla justo el día de su día especial, que así lo llamaba ella, pero justo en ese día tuvieron el accidente, recordó su última mirada con él y las sonrisas que se dedicaron antes de salir de su paso de peatones, en ese lugar donde se conocieron, donde bailaron, besaron y finalmente se despidieron. Más lágrimas recorrían por su rostro. Le tenía que ver ya. Desde que fue al hospital no le volvió a ver, y su madre no le cogía el móvil, decía que ella tenía la culpa de todo lo que le había pasado a Simón y como siempre Emily no aguantaba la presión y en esos días no había salido de la cama, se encontraba siempre con los ojos cerrados los cascos del reproductor de música puestos y recordando cada uno de los momentos que había pasado con él, el lugar en donde se conocieron, cada uno de los besos que se robaban, su primera vez y el siempre que se prometieron. Pero sin saber cómo ni cuándo pronto cada uno de esos recuerdos serán lentamente olvidados y remplazados.


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